Cuando me enteré hace ya un tiempito de que harían una serie de Chucky, lo primero que se pasó por la cabeza fue una maldición. ¿De verdad era necesario terminar de liquidar al muñeco? Porque —creo que muchos concuerdan conmigo— las últimas películas no habían sido precisamente benévolas con él…. Vamos, ¡ni siquiera Brad Dourif había participado de la última!

Sin embargo, confieso con alegría que me equivoqué. Porque la primera temporada —que es de la que voy a hablar— insufló vitalidad a la franquicia. ¡Y mucha muerte y diversión!

Pero ¿había algo nuevo que contar como para producir una serie entera? Bueno, yo creo que Chucky es uno de esos tantos villanos que ganan más por la personalidad que por la trama —Art the clown, te veo a vos—, así que cualquier cosa iba a estar bien. Además, hablamos de un slasher, y ya saben que no son precisamente la Divina Comedia; las pretensiones había que dejarlas a un lado.

En el caso particular de la primera temporada, nos topamos con un nuevo dueño para Chucky, a quien este último intenta corromper a toda costa. Don Mancini está metido en el guión, y se nota en los chistes irreverentes que hay antes, durante y después de los asesinatos —muy originales, por cierto—. Y también en el contenido LGTBQ+, que, a diferencia de otra plataforma que no voy a mencionar pero que ya saben cuál es, por primera vez puedo decir que está bien desarrollado.

Hay CGI, obvio, pero ¡Chucky es un robotito como Dios manda! Y tan o más adorable que siempre. Los asesinatos son creativos y originales, y no distinguen entre buenos o malos, niños o adultos. ¡Nadie se salva! El humor negro les va a robar más de una carcajada, y si son de ver contenido en el idioma original, la voz de Brad Dourif es ambrosía pura.

En fin, ¿se nota que la serie me gustó? Lo acepto, lo acepto: hay algún que otro agujero en el guión y situaciones tiradas de los pelos… Pero ¡es Chucky con brushing nuevo!

Charlamos en los comentarios.

P.D.: 1. Habrá una sorpresa sobre Chucky en breve. 2. La imagen principal del post va de regalo en forma de sticker con las futuras compras en la tienda.